viernes, 31 de diciembre de 2010

OPINIÓN// Chechenia silenciada

Nylva Hiruelas/ Leyendo al periodista Ramón Lobo en su blog “Aguas Internacionales” vi una entrada sobre las "noticias (casi) invisibles de 2010", con la que coincido plenamente. En ella realiza una lista de territorios que permanecen en el silencio o en el olvido de los medios de comunicación, como Somalia, Chechenia, Bosnia-Herzegovina, Irak, Gaza, Pakistán, Congo y Haití. ¿Alguien sabe realmente lo que está ocurriendo en esos lugares? Aunque hay cientos de territorios más, y de lo que no aparece en los medios, no se habla, y casi no existe. Parece que hemos dado un pequeño impulso con Wikileaks en el derecho a ser informados, pero la mala noticia es que no han sido los grandes medios de comunicación quienes han desvelado todo esto. Como decía Javier Bauluz, premio Pulitzer y director de Periodismohumano.com, con motivo del debate “El periodismo en la era de Wikileaks”, celebrado en el CaixaForum de Madrid, “Wikileaks es una muy buena noticia para el periodismo y una vergüenza para los grandes medios” puesto que “no se han hecho cargo de un trabajo que esta pequeña organización ha tenido que hacer por ellos”. Lo malo es que esa información no se ha trasladado a una reacción política, por ejemplo, como en el caso del cámara asesinado José Couso.
Y aunque los medios entretienen, más que informan; describen más que explican; e idiotizan más que sensibilicen, siempre hay periodistas que se arriesgan por contar la verdad, y asumen su trabajo como una responsabilidad y deber ético. Según Reporteros Sin Fronteras, en 2010, 57 periodistas han sido asesinados, 51 secuestrados, 535 arrestados, 1374 amenazados o agredidos… Y hablando de noticias invisibles, y de periodistas que lo arriesgan todo por contar la verdad, en este artículo quiero hablar de Chechenia, no porque tenga mayor o menor importancia que otros, sino por una razón tan subjetiva como que leí hace relativamente poco Chechenia, la deshonra rusa de Anna Politkovskaya, una periodista rusa que visitó Chechenia en más de cuarenta ocasiones, relatando la historia de la población chechena que sufre un aplastamiento de sus derechos humanos día a día. Esta periodista fue asesinada el 7 de octubre de 2006. Su asesinato sigue impune. También podemos hablar del asesinato de Natalia Estemírova, defensora de los derechos humanos en Chechenia, perteneciente a la ONG Memorial.

No pretendo en este artículo hablar de la historia de Chechenia, porque no hay suficiente espacio. Tan sólo pretendo hacer una breve reflexión. Tampoco soy ninguna experta en Europa del Este, aunque me resulta realmente interesante su historia. Mi pretensión es explicar dónde está Chechenia, por qué tiene interés, en qué situación se encuentra, el papel de los medios rusos y el papel de Putin. Me conformo, con que a algunos de los lectores que desconocen el tema, les pique el gusanillo de la curiosidad. Chechenia, sólo es uno de las regiones olvidadas informativamente hablando, pues apenas hay periodistas,- ya que se trata de una zona muy peligrosa-, y humanitariamente también, porque la ayuda brilla por su ausencia. Aunque hay que mencionar a La ONG Memorial que trabaja en la investigación y denuncia de los abusos contra los Derechos Humanos.
¿Dónde está? Chechenia es una república de Rusia, situada en el Caúcaso Septentrional, un espacio de enorme diversidad étnica. Grozni es su capital. Como explica, Carlos Taibo, profesor de Ciencia Política en la Universidad Autonóma de Madrid y experto en Europa central y oriental, en su libro El conflicto de Chechenia, “la mayoría de los chechenos son musulmanes suníes (…) Hay que convenir con todo, que hasta hace bien poco los signos externos de identidad religiosa eran débiles”. Los derechos humanos de los chechenos han sido pisoteados una y otra vez por el Ejército Ruso que trataba de frenar el problema de la guerrilla separatista.

¿En qué situación se encuentra? Si queréis conocer verdaderamente lo que ha acontecido a la población chechena, y los entresijos de Chechenia, entonces, recomiendo leer a Politkovskaya. Chechenia es gobernada por el títere del Kremlin, Kadyrov. Sin embargo, en su día fue un antiguo muftí de Chechenia que llegó a declarar la yihad a Moscú durante la primera guerra. Después, cambió de chaqueta y Putin lo nombró “jefe de la República de Chechenia".
Tras los atentados de septiembre de 2001, Putin aprovechó para situar a la guerrilla chechena en el eje del mal de Al Qaeda. Salió beneficiado Putin, porque empezó a crecer una tolerancia en la política que practicaba el antiguo presidente hacia Chechenia. Toda la propaganda que se había vertido sobre los chechenos, parecía empezar a ser escuchada. Respecto al terrorismo islamista, la periodista lo dejaba claro: “Europa debe de dejar de temblar cuando escucha los cantos de sirena de Putin sobre la cuestión de un supuesto islamismos checheno”, además, “negando [el Kremlin] categóricamente la posibilidad de negociar con Masjadov [occidentalista], respaldaron durante muchos meses el tándem formado por Basayev y Jattab [islamistas]”. La periodista decía que “quienes se benefician de la guerra en Chechenia no desean la paz”. La guerra ha provocado el surgimiento de las brigadas criminales rusochechenas, las cuales se dedican principalmente al negocio del petróleo.
¿Por qué tiene interés? Chechenia tiene una importancia geoestratégica y geoeconómica que corresponde al Caúcaso . Como destaca Carlos Taibo, desde esta zona, se pueden controlar los movimientos de potencias como la UE, Rusia y China, y por el otro, se encuentra en las proximidades del golfo Pérsico y de la cuenca del mar Caspio, dos recintos con una ingente riqueza en petróleo y gas natural.
El papel de Putin. Politkovskaya dejó clara su postura hacia Putin, de hecho, en el libro del que hablo, el último capítulo se titula: “Por qué no me gusta Putin”.
La periodista escribe: “Putin y su pueblo han bendecido (…) una corrupción sobre la base de la sangre; millares de víctimas que no suscitan ni extrañeza ni protesta, un ejército corrompido por la anarquía militar (…) una desenfrenada retórica de Estado fuerte; un racismo antichecheno”. Además, denunciaba la propaganda racista que ponía en marcha el Kremlin para identificar a los chechenos con terroristas, excepto los que aprueban la política de Putin en Chechenia. Medios rusos. Se encuentran bajo el férreo control del Kremlin. Como explica Taibo, esa información, o más bien la propaganda que se difunde, se divide en contar “la heroica vida de combate de las unidades federales” y en contar lo malo que son los chechenos. Con ello se pretende reforzar la popularidad del presidente.
¿Por qué informar sobre Chechenia? Porque hablamos de una continua y permanente violación de los Derechos Humanos. Lylya Yusupova, defensora de los derechos humanos en la ONG Memorial, en una entrevista realizada por periodismohumano.com, aseguró que la ONG durante sólo los cinco primeros meses de 2009, registraron 86 secuestros con desaparición, y esto teniendo en cuenta que Memorial sólo tiene presencia en una tercera parte del territorio. Es muy difícil dar unos datos fiables sobre muertes, desapariciones y refugiados en Chechenia. Carlos Taibo, en su libro, maneja las siguientes cifras de acuerdo a diversas fuentes, en la segunda guerra, todavía abierta, el diario alemán Die Welt identificó 90.000 muertos, de ellos 80.000 chechenos. Otra fuente habla de entre 25.000 y 100.000 fallecidos. En la primera guerra, el número de muertos ha sido estimado por algunas fuentes en unos 60.000, de ellos, 50.000 civiles, 6.000 soldados rusos y entre 2.000-3.000 guerrilleros chechenos. ¿Se traslada esta proporción de muertos civiles chechenos a las noticias? Porque el problema ya no es sólo que no se informa acerca de Chechenia, sino de que frecuentemente cuando aparece en nuestras pantallas televisivas o páginas periodísticas se habla sólo de los injustificables actos terroristas de los rebeldes chechenos perpetrados hacia los rusos.
Pero, de acuerdo, a todas las estadísticas, quienes están muriendo mayoritariamente y sufriéndolo son los civiles chechenos. Además, el número de refugiados generado por la segunda guerra se registra en 180.000 según Médicos sin Fronteras. 180.000 pasos que dejan sus hogares, que dejan huellas a su paso, pertenencias, lágrimas, su propia vida. El marchar de 180.000 personas ha sido omitido por los medios de comunicación. Ni siquiera en una nota breve de prensa, porque por supuesto es más importante informar sobre el frío en invierno y el calor del verano, sobre la resaca de año nuevo y los modos de aliviarlo. Yo sufro una resaca permanente por la borrachera de los medios, que han olvidado cuál es su responsabilidad: informar a los ciudadanos.

Pilar Mateo afirma en el libro Medios periodísticos, cooperación y acción humanitaria, que “los medios de comunicación juegan un papel protagonistas en la construcción de una cultura de paz”, que no en traer la paz, ojalá. Si aún informado se siguen cometiendo atrocidades, sin ser protagonistas en los medios, todos esos asesinatos, violaciones y desapariciones dejan de existir para el resto del mundo.
Mi resaca se desvanece toda vez que aparecen luces en los medios de comunicación, como periodismohumano.com, el reportaje de rec de cuatro sobre el Congo… Aunque últimamente se me ha empeorado la resaca por la desaparición de CNN+ y su sustitución por el omnipresente GH 24 horas, y después ¿qué?.... ¡Feliz Año!

Para saber más…

Chechenia, la deshonra rusa, de Anna Politkovskaya
El conflicto de Chechenia, de Carlos Taibo
Cómo nos venden la moto, de Noam Chomsky e Ignacio Ramonet.

3 comentarios:

  1. Harían falta muchas más personas que denunciaran hechos como este. El artículo me parece muy interesante

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  2. El articulo tiene suficiente calado como para llegar a la mente más concienciada

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  3. Si hablas sobre Chechenia no puedes pasarte tres párrafos hablando de otras cosas porque pierdo el hilo, más aún si dices que opinas y no paras de copiar declaraciones de otros. Y el resto suena un poco wikipedia, no? Por cierto, wikileaks no es más que un radio patio internacional. Opino. En cualquier caso buen intento.

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