miércoles, 29 de diciembre de 2010

MTM (Psicóloga de prisiones): "Algunos se arrepienten, otros lo justifican y los hay que le quitan importancia"


















Rocío Torres Nombela/ Hemos querido saber cómo es el día a día de un preso y saber qué pasa por su cabeza. Pero también conocer de primera mano cómo es el trabajo de los psicólogos que trabajan con ellos y el papel que tienen en la reinserción de estas personas. Y lo hacemos gracias al testimonio de MTM.
Detrás de estas iniciales se encuentra una gran profesional; psicóloga en un centro penitenciario, que conoce muy bien su trabajo y a los presos, y que ha querido compartirlo con Tribuna Solidaria.

Son muchos los debates que se abren extramuros. Que si la ley no es lo suficientemente dura, que si realmente no se reinsertan, que si los presos viven mejor que los que estamos en libertad,… Con lo cual, que menos que escuchar a un especialista y que nos cuente cómo se vive realmente en una prisión.
No les podemos desvelar su identidad ni mostrar su rostro por motivos de seguridad, pero lo que sí les podemos contar es que esta salmantina, de 30 años, se licenció en Psicología, hizo un Master en Psicología Clínica y Forense y desde hace 2 años es funcionaria. Después de aprobar unas duras oposiciones se convirtió en psicóloga de prisiones.

Pregunta: ¿Lo tuyo es vocación?
Respuesta: Desde pequeña siempre quise ser psicóloga, la verdad. Me acuerdo que mi padre quería que estudiara derecho, pero yo me salí con la mía y estudié psicología. Siempre me llamó la atención aprender cómo echar una mano a los demás cuando se sienten mal.

P: ¿Antes de aprobar la oposición habías hecho prácticas en alguna prisión?
R: Las prácticas de la carrera fueron en un centro psiquiátrico de Ávila. En las prácticas del Master fuimos dos días al centro penitenciario de Topas (Salamanca) para hacer pruebas psicológicas y esa fue la primera vez que entré en una prisión.

P: ¿Qué hacen durante todo el día los presos?
R: Las actividades que se llevan a cabo en una prisión son muy variadas. Se dan clases con distintos niveles educativos, hacen deporte, hay cursos de formación,… Este tipo de actividades son a nivel general, participan todos los internos que quieran. Después hay programas de tratamiento personalizados. Con los internos se trabaja por equipos multidisciplinares (jurista, psicólogo, trabajadora social, educador) y cada profesional atiende las necesidades de los internos desde su campo.

‹‹Siempre me llamó la atención 
aprender cómo ayudar a los demás 
cuando se sienten mal››

P: ¿Y desde el tuyo cómo trabajas?
R: En los programas de tratamiento realizados por los psicólogos sí que se tiene en cuenta el tipo de delito, para dar una atención más personalizada.
Mi trabajo consiste en dar, a los internos de los módulos que tengo asignados, atención psicológica cuando ellos se dirigen a mí mediante instancias. Es decir, ellos, a través de una solicitud, piden hablar contigo y tú atiendes sus peticiones dando apoyo psicológico.
En concreto realizamos programas de tratamiento para internos que están cumpliendo condenas por violencia de género, por agresión sexual y drogas.

P: ¿Personalmente cuál es el fin que persigues?
R: El fin que persigo es hacer que su estancia en prisión les sirva para salir de la misma, con objetivos y valores diferentes a los que tenían cuando entraron.

 El Coro de la Cárcel. Antiguo programa de rtve

P: Por línea general, ¿los presos se arrepienten de lo que han hecho y muestran su disposición a salir de la cárcel?
R: No se puede generalizar. Cada interno es él y sus circunstancias. Algunos se arrepienten y hacen un trabajo personal importante por cambiar actitudes que le llevaron a prisión. Otros justifican su delito por necesidades económicas, otros minimizan sus hechos delictivos,… Pero si de algo estoy segura es de que la estancia en prisión les afecta a todos.

P: ¿Crees en la reinserción de los presos?
R: El fin de las penas privativas de libertad es la reeducación y la reinserción. En mi corta experiencia como psicóloga de un centro penitenciario, pienso que en cada interno han influido factores a tener en cuenta en los delitos cometidos.
El fin de la reinserción suena algo utópico, es cierto; pero yo, particularmente, creo que para trabajar en este colectivo si no crees un poco en ella es difícil trabajar día a día.















Interior de la prisión de Ocaña (Toledo)

P: ¿Podemos hablar de un perfil de preso con el que trabajas?
R: Sí. Sería un varón, entre 20 y 45 años, con dependencia a sustancias tales como la heroína o la cocaína y cumpliendo condenas de entre 4 y 10 años  por robos.

P: ¿La mayoría por qué están allí? Los últimos datos apuntan a que la mayor parte están por temas relacionados con las drogas, ¿es cierto?
R: Los internos de los módulos con los que yo trabajo la mayoría cumplen condenas por robos con violencia, con fuerza y por tráfico de drogas.

P: Una de las últimas encuestas que he podido leer apunta que más de la mitad de los españoles considera que las condenas en nuestro país son demasiado débiles y que los presos viven y son atendidos demasiado bien en las cárceles. ¿Qué opinas sobre esto?
R. En este sentido yo no puedo ser objetiva. Cada cual puede opinar lo que quiera. Este mes entra en vigor una modificación del Código Penal en la que ciertos delitos como el Tráfico de drogas van a ser modificados, al igual que otro tipo de delitos.
Quien piense que en las prisiones se vive demasiado bien es porque no ha visto muchas. El estar privado de libertad tiene unas consecuencias físicas y psicológicas que no desaparecen por mucha comodidad que exista.

‹‹Quien piense que en las 
prisiones se vive demasiado bien es 
porque no ha visto muchas››

P: ¿Qué hay de cierto sobre las peleas, abusos, tráfico de drogas,… en la prisión?; ¿realidad o simples leyendas?
R: Habrá algo de verdad en esos datos, no digo que no. Pero yo no puedo opinar sobre este tema ya que lo desconozco.

P: ¿Es un trabajo estresante, peligroso?
R: Ninguna de las dos cosas. Si que es verdad que cuando tú trabajas mucho con un interno y éste, por los motivos que sean, no responde de la forma en la que tú esperas, te puedes sentir algo desilusionada, pero eso es algo que sucede y a lo que te tienes que acostumbrar.
La verdad es que se tiene una idea muy equivocada de los internos. Respetan la figura del psicólogo al igual que la de otros profesionales. Por el hecho de ser internos de un centro penitenciario no son maleducados ni desagradables.
Como todo ser humano tienen sus días y si en algún momento te responden mal, cuando vuelves te piden perdón por su mala contestación.

‹‹Se tiene una idea muy equivocada 
de los presos, no son maleducados 
ni desagradables››

P: ¿Cómo ve tu trabajo el resto de la sociedad?
R: El ser psicóloga de prisiones para algunas personas no es lo mismo que ser psicóloga en otros ámbitos. Consideran que los internos con cumplir la condena tienen suficiente, y que el tener profesionales que trabajen en su tratamiento es un lujo que no se merecen.
Otras, sin embargo, valoran nuestro trabajo como profesionales al igual que pueden valorar al psicólogo en otros campos.

Francisco Correa, principal imputado en el caso Gürtel, envejecido y descuidado en su paso por prisión

P: Desde tu punto de vista, ¿cómo es la situación de las cárceles españolas?
R: En la que yo trabajo casi todos los funcionarios/as somos jóvenes y eso hace que se trabaje de forma distinta; yo creo que con más ganas que si la plantilla fuera más antigua.
Lo que si es cierto es que con la crisis que estamos viviendo, los centros están carentes de personal.

P: Pensando en los estudiantes de psicología que se estén planteando tu profesión como salida laboral en un futuro próximo, ¿qué consejos les podrías dar?
R: Pienso que este no es un buen año para plantearse la oposición al cuerpo técnico de Instituciones penitenciarias debido al recorte de plazas. De todos modos, si uno está seguro y le pone muchas ganas a lo que quiere lo puede conseguir.
Personalmente a mí, mi trabajo me aporta muchas cosas buenas día a día y hace que valore más si cabe lo que tengo.

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