Javier Calderero/ Fue el 20 de mayo del ya pasado año 2010 cuando, en la ciudad española de Zaragoza, la Orquesta Filarmonía y el Orfeón Filarmónico, bajo la dirección de Pascual Osa, grabaron el “Himno de la esperanza”. Esta composición es obra del músico Pablo Peláez y con ella quería rendir homenaje a la Convención sobre Discapacidad de la ONU, que ya ha cumplido cuatro años.
Ahora, el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) ha decidido editar la grabación en un disco, con cuyos beneficios se pretende que texto sea difundido y sirva para que estas personas mejoren su calidad de vida. Esto va a ser posible gracias a la cesión de derechos de explotación de la pieza por parte del compositor madrileño al CERMI.
Fotografía// Pablo Pérez.
Música y solidaridad de nuevo juntas. Por eso hemos querido que Pablo Peláez exprese en Tribuna Solidaria sus impresiones sobre por qué esta disciplina artística está tan concienciada y qué puede aportar su “Himno de la esperanza” a una sociedad que poco a poco se va adaptando a la situación que viven los discapacitados.
¿Cómo surgió la idea de “Himno de la esperanza”?
La iniciativa surge a título personal de un alto directivo de una empresa Alemana, Herbert Lampka, que encarga al Maestro Pascual Osa buscar un compositor para crear un Himno para el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo. El encargo llega a mí y realizo el Himno inicialmente para piano y después para coro, solistas y orquesta.
¿En qué momento y por qué decidió que podía ayudar a personas discapacitadas de esta manera?
Siento que nací con vocación de servicio. En el año 2000, después de cinco años como vocal de cultura de la asociación para las Naciones Unidas en España (Madrid), fundé con otras dos personas la Asociación Cultura pro Naciones Unidas dedicada a difundir el espíritu de las NN. UU. A través de la Cultura. En el momento que me llegó esta propuesta no dudé en ofrecerla como mi contribución a la esperanza en el ámbito de las personas con discapacidad. Javier Romañac, ser humano impresionante, me sugirió la dedicación a la Convención y me pareció una idea magnífica.
¿Qué se siente al intentar ayudar con su música a otras personas?
Alegría, realización, agradecimiento por permitirme colaborar (especialmente a Pascual Osa por contar conmigo), esperanza de que sea un instrumento útil para el espíritu de la Convención…
La música es una de las disciplinas artísticas que parece más concienciada con este tipo de causas. ¿Cómo lo ve desde dentro?
Es el lenguaje más directo a la emoción, lo que la hace un instrumento magnífico para el mensaje solidario.
Hace ya poco más de 4 años que se aprobó la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. ¿Cree que ha servido para mejorar la calidad de vida de estas personas?
Teniendo en cuenta mi limitado conocimiento, siento que es un largo camino y que acaba de nacer para cambiar una realidad social de gran inercia histórica, tanto dentro como fuera del ámbito de la discapacidad. El texto es un paso sideral en la construcción de una realidad mucho más equilibrada que sin duda contribuirá al bienestar de esta parte de nuestra sociedad de la que, dada nuestra fragilidad intrínseca, podemos formar parte en cualquier momento de nuestra vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario