Aroa Fernández / Muchas organizaciones no gubernamentales, fundaciones y demás entidades no lucrativas están acostumbradas a recibir premios y galardones por su trabajo. En cambio, el pasado jueves los protagonistas fueron otros. La Fundación Codespa, dedicada a reducir la pobreza a través del desarrollo social y económico, celebró su XIV entrega de Premios con el objetivo de reconocer la labor que desde el sector privado se desempeña para contribuir a la mejora de las condiciones de vida en los países en desarrollo. Una iniciativa que premia esa responsabilidad social corporativa de las empresas que para unos se trata compromiso social y para otros se traduce en una mera oportunidad para ofrecer una buena imagen.
El Príncipe de Asturias junto a los galardonados / Codespa
El acto, celebrado en el Caixa Forum de Madrid, contó con la presencia del Príncipe de Asturias, presidente de Honor de Codespa y encargado de entregar los galardones en las categorías de empresa solidaria, voluntariado corporativo y periodismo para el desarrollo.
Empresa solidaria
En la categoría de empresa solidaria, el premio recayó en Ferrovial por su proyecto Maji ni Uhai (El agua es vida). Una muestra del trabajo conjunto de esta empresa, la ONG Amref y las administraciones locales para proveer de agua potable e infraestructuras sanitarias a 51.000 personas en Tanzania. El presidente de Ferrovial, Rafael del Pino, recogió el galardón y anunció que con este proyecto “han acercado a la población agua de calidad y han conseguido que una mujer tarde menos de 30 minutos en conseguir agua cuando antes debía realizar trayectos de más de 4 horas”. Ahora su próximo objetivo se centra en reducir en un 30 por ciento el impacto de la falta de calidad de agua. Mientras que el finalista de esta categoría fue la empresa ISS Facility Services por el proyecto “Fundación ISS, una sonrisa más”, que persigue la creación de puestos de trabajo en países en vías de desarrollo, a través de acceso a formación, microcréditos y mercados sin potenciar. Recogió el premio Joaquín Borrás, presidente ejecutivo de ISS.
Voluntariado corporativo
Los empleados del grupo Tragaluz, especialista en restauración, consiguieron el premio en la categoría de voluntariado corporativo. Su programa de ayuda se basa en de apoyar a jóvenes de bajos recursos, en riesgo de exclusión social para formarse profesionalmente en el negocio de la hostelería y restauración y así conseguir integrarse en el mercado laboral de Barcelona. Actualmente el número de empleados implicados en el proyecto asciende a 50 personas de un total de 750. El jefe de cocina de Tragaluz, José Santiago, aseguró que seguirán comprometidos en proyectos de este tipo. En la misma categoría el finalista fue NH Hoteles por el proyecto de voluntariado “Creación y puesta en marcha de un Hotel Escuela en Etiopía”. Una iniciativa que han puesto en marcha para lograr el desarrollo económico y social de la Región de Tigrai, además de explotar el lugar como destino turístico. El proyecto tan sólo durará tres años, pero según NH Hoteles "el impacto puede ser perdurable debido a la formación que reciben en este sector de interés para la zona”.
El Príncipe de Asturias le entrega el premio a José Santiago, jefe de cocina de Tragaluz. / Codespa
Periodismo para el desarrollo
En esta categoría, la ganadora fue Maruxa Ruiz del Arbol por su artículo “Más balas que años”, en el que describe las vivencias de los niños-soldado en el Congo y destaca el trabajo del centro de los salesianos, Don Bosco Ngangi, que acoge a estos niños para darles una educación y así proporcionarles un futuro mejor. Para Maruxa Ruiz ha sido un reportaje que ha dejado huella en su vida y “este galardón sirve de muleta para apoyarse y continuar haciendo este tipo de periodismo”, aseguró. Las finalistas fueron Zulema Larripa y Rosa Alcántara por su reportaje “El legado de Vicente Ferrer”. A través de él se da a conocer la labor que se hace desde la Fundación del ex jesuita catalán desde hace cuarenta años en la región de Anantapur (India).
Unos galardones que, además de premiar a quienes forman parte de estos grupos de trabajo, permiten conocer realidades que en ocasiones no están tan lejos de la puerta de nuestra casa.
El Príncipe de Asturias, tras la entrega de premios, dedicó unas palabras al auditorio, donde destacó la incorporación de la categoría del premio al periodismo para el desarrollo al considerar el papel clave que desempeñan los medios de comunicación para denunciar, resaltar y promocionar los esfuerzos de tantos para poner fin a las desigualdades planetarias. Un reconocimiento que también quiso llevar a todos aquellos que han participado solidariamente en la cooperación al desarrollo, porque según su discurso, “ninguna palabra puede transmitir las emociones ni los impactos de los que están implicados en los proyectos”.
En el mismo acto, conducido por la presentadora y embajadora de Codespa Silvia Jato, se planteó el papel y la responsabilidad de la empresa en solución de la pobreza. La socia de The Boston Consulting Group y responsable de Social Impact de Madrid, Beatriz Reguero aseguró que “la pobreza se ve mejorada por los programas de las empresas privadas”. Ahora bien, ¿dónde queda el interés de la empresa por mejorar su imagen? ¿Lo hacen por solidaridad? Ellos contestan que la empresa tiene que generar beneficios, pero se puede hacer de manera que contribuya a mejorar el mundo en que vivimos.
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