jueves, 16 de diciembre de 2010

OPINIÓN// Repsol: petróleo, gas y destrucción

Nylva Hiruelas/ Repsol es una de las multinacionales que más presencia tiene en América Latina, una presencia que genera conflictos sociales, y destrucción medioambiental. De hecho, gracias a estas actuaciones consiguió un beneficio neto de 1.786 millones de euros en los nueve primeros meses de 2010, un 32,5% más que en el mismo periodo del año anterior. Esto es lo que premia el sistema, pero además con total impunidad. Hablo de Repsol, como de cualquier otra multinacional, y más concretamente de compañías españolas como Endesa o Iberdrola.
Las multinacionales piensan que el mundo es como un monopoli, en donde se compran y se venden los territorios y recursos a su antojo. Lo que da más miedo, es que ese juego se hizo realidad, y se juega con los derechos de las personas y de los recursos naturales. Unas actuaciones de las que además los medios de comunicación no informan, y se rinden ante el jugoso dinero que les proporciona la publicidad de las multinacionales con el que compran su silencio. ¿Quién se va a enfrentar a este gigante empresarial?
La última noticia de Repsol YPF que denuncia Survival, una organización que se ocupa de los derechos de los pueblos indígenas, es que esta empresa ha solicitado poder abrir 454 km de líneas sísmicas y construir 152 helipuertos en medio de la Amazonía peruana poniendo en peligro la vida de dos pueblos indígenas no contactados en Perú.



Pero, Repsol YPF tiene ya una larga trayectoria por América Latina que va dando sus frutos. Como informaba un reportaje de Juan Luis Sánchez publicado en Periodismohumano.com, Repsol compensó a los Huaorani que viven en el corazón del Amazonas ecuatoriano con 500 dólares al mes. Pero estos indígenas no habían conocido el dinero hasta ese momento, un nuevo factor que ha derrumbado su sistema social. Además, diversas organizaciones denuncian la aparición del alcoholismo, la caza comercial (cazar más de lo que necesitan para venderla fuera de sus poblados) y el resquebrajamiento de la equidad social. Ahora tiene más poder quien tiene más bienes. Aunque eso no es todo, según el Tribunal Permanente de los Pueblos, los huaoranis sufren principalmente enfermedades gastrointestinales, respiratorias y dermatitis a causa del proyecto Repsol YPF. Además, los niños presentan enfermedades como la malaria, o la hepatitis por el pobre manejo de desechos sólidos que deja la empresa.
Pero señores esto es el Desarrollo, esto es el Progreso. Esas palabras con las que a políticos de corte neo-liberal y multinacionales se les llena la boca. Según el Observatorio de Multinacionales en América Latina (OMAL), la Inversión Extranjera Directa (IED) española pasó de representar el 0,9% del PIB en 1996 a suponer el 9,6% en 2000.
¿Y por qué les ha tocado a estas regiones sufrir? Por lo que llaman algunos especialistas en economía política o derechos humanos como “la maldición de los recursos naturales”. Inés Carrasco, especialista en Relaciones Internacionales y colaboradora de Paz con Dignidad, asegura que esto al final implica una “constante intervención en la política interna de estos países, apoyando a unos u otros actores, buscando las condiciones más beneficiosas para la explotación y comercialización de los recursos naturales”. Además, no se crea un desarrollo verdadero para el país que posee los recursos y conlleva a una concentración a nivel local de la riqueza en menos manos.
Claro está, que esta “lógica destructiva” de las multinacionales no sería posible sin la demanda de esos recursos, y sin la aprobación del Gobierno del país donde operan, que vulneran muchos el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo. Un instrumento jurídico internacional vinculante que reconoce el derecho de los pueblos indígenas a la igualdad y la libertad, la propiedad de sus tierras y a tomar decisiones sobre aquellos aspectos que les afecten, como reza el artículo 7 a “decidir sus propias prioridades en lo que atañe al proceso de desarrollo, en la medida en que éste afecte a sus vidas, creencias, instituciones y bienestar espiritual y a las tierras que ocupan o utilizan de alguna manera, y de controlar su propio desarrollo económico, social y cultural”.Este Convenio fue ratificado por 22 países, entre ellos los tres de los que hablo: Ecuador, Perú y España.

Todo este desarrollo de Repsol en países como Perú, Ecuador, Bolivia, Argentina y Colombia le ha llevado a que Survival incluya a esta empresa en el “Top 5 de la vergüenza”. Pero también recibe premios, como el otorgado en 2008 por la Petroleum Economist por ser la Mejor Compañía Energética del Año, y el Premio al de la Transparencia por su informe de emisiones de CO2, otorgado por la Environmental Investment Organization. Menos mal que aún queda cordura en el mundo, y el Tribunal Permanente de los Pueblos condenó el 17 de mayo de este año a la Unión Europea por su complicidad en los delitos sociales y ecológicos de las transnacionales en América Latina. Entre las empresas juzgadas estaban: Repsol YPF, Unión Fenosa-Gas Natural, Endesa, BBVA, Aguas de Barcelona, Pescanova, Telefónica y Canal de Isabel II. Lástima que las decisiones de este Tribunal no sean jurídicamente vinculantes.

Foto: www.quiendebeaquien.org

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