jueves, 18 de noviembre de 2010

El futuro pasa por las semillas ecológicas

Un centenar de organizaciones ecologistas de diferentes países reclaman de cara a la celebración de la Cumbre del Cambio Climático de Cancún, una apuesta clara por la agricultura ecológica como una de las maneras de mitigar el cambio climático frente al modelo de agricultura industrial que lo potencia. Sin embargo, el cultivo de transgénicos, el enemigo más voraz de la agricultura ecológica, sigue creciendo. España es el único país de la UE que permite el cultivo de transgénicos a gran escala.

Nylva Hiruelas/ "El Gobierno invierte 60 veces más en investigación en transgénicos que en agricultura ecológica, cuando se ha visto que ésta genera 16 veces más empleo que la agricultura transgénica", así de contudente responde David Sánchez, responsable del área de agricultura y alimentación en la asociación ecologista Amigos de la Tierra. La agricultura ecológica además de suponer la preservación de la biodiversidad, una solución al cambio climático, una actividad respetuosa con la salud y un impulso a las formas de vida dignas y sostenibles en el medio rural, como así afirman las organizaciones ecologistas, también es vista como una de las salidas a la crisis económica. Y en estos puntos coinciden con el propio Ejecutivo español. Se ha creado la Fundación Biodiversidad adscrita al Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino para preservar la biodiversidad a través de cinco líneas estratégicas, una de ellas, es el desarrollo sostenible del medio rural. Pese a ello, organizaciones como Ecologistas en Acción, Amigos de la Tierra, Greenpeace o la SEAE (Sociedad Española de Agricultores Ecológicos), afirman que el Gobierno apuesta por los transgénicos.

El modelo ecológico en España
La agricultura ecológica es según el Ministerio de Medio Ambiente, el conjunto de técnicas agrarias que excluyen el uso normalmente, en la agricultura y ganadería, de pr
oductos químicos de síntesis como fertilizantes, plaguicidas, antibióticos..., con el fin de preservar el medio ambiente, mantener o aumentar la fertilidad del suelo y proporcionar alimentos con todas sus propiedades naturales.

España es desde 2009 el país europeo con mayor superficie en cultivo ecológico, el cual representan un 5% de la superficie agraria estatal, datos confirmados por la SEAE. El crecimiento de la superficie agrícola es continuo. Sin embargo, el consumo en España de productos ecológicos es de tan solo el 0,2%. Fruto de esta situación, España exporta la mayor parte de sus productos hacia Alemania y Francia principalmente. Y también hacia Inglaterra, Austria y Dinamarca, según confirma Víctor Gonzálvez, director técnico de la SEAE. Hecho que no tiene ningún sentido según David Sánchez, pues afirma que "la agricultura ecológica para que sea realmente ecológica tiene que venderse en canales locales".
En relación a la superficie ecológica, es en Andalucía donde hay una apuesta más fuerte, pues se está dedicando casi la mitad de
toda la superficie de España (54,08%), seguida de Castilla-La Mancha (15%) y Extremadura (7,78%), según datos del 2009 del Ministerio de Medio Ambiente. En cuanto a los cultivos, los cereales, los olivares y los frutos secos son los más extendidos.

Soluciones para impulsar la agricultura ecológica
"Lo que se necesita indiscutiblemente es una apuesta cultural, volver a decir a la gente que los alimentos son alimentos y no productos", afirma José Luis Villarejo, agricultor ecológico desde hace quince años. Cree que se debe concienciar a la población desde las escuelas, televisión y cine para sensibilizar. "No hay que tener a lo ecológico como lo feo, pequeñito, de mala calidad. Hay que informar al ciudadano de que lo ecológico es competitivo y de calidad". Este agricultor posee un huerto en Oteruelo del Valle (Madrid) de hortícolas y lo distribuye en el Economato de Collado Villalba y Moralzarzal. Ahora bien, este agricultor también habla de la necesidad de impulsar el consumo como una de las soluciones para que despegue este modelo agrario, pero vendiéndolo a "precios razonables", pues los productos ecológicos son más caros. Por ejemplo, según un informe del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino sobre consumo, el diferencial de precio en los huevos es de un 174% más, o los postres lácteos que cuestan un 126 % más. Sólo unos consumidores muy concienciados y con un bolsillo medianamente holgado podría permitirse comprarse mantequilla a 4,40 euros, o unas galletas de chocolate a 3,75 euros, cuando muchas no ecológicas no llegan al euro. María Jesús, es una compradora habitual de alimentos ecológicos porque "son mucho mejor para la salud" y prefiere gastarse más pero invertir en calidad. Lucía, también apuesta por ellos y no sólo eso, sino que quiere abrir una tienda ecológica. David Sánchez, integrante de Amigos de la Tierra, considera que para que los precios sean más asequibles hace falta, "encontrar otros canales de distribución, mediante la reducción de distribuidores apostar por los canales cortos de comercialización o los grupos de consumo". Finalmente, la formación en agricultura ecológica es básica para el crecimiento de este sector. Son muchas las organizaciones que están poastando por ello-ya que tienen una gran acogida-, como Ecologistas en Acción que imparte diferentes cursos gracias al acuerdo con la Fundación Biodiversidad en el marco de "emplea verde". También la SEAE, o incluso la Universidad de Barcelona que imparte un Máster en Agricultura Ecológica.

Agricultura ecológica para la crisis
Joan Castellà es un agricultor ecológico y se dedica a ello desde el año 1992. Decidió apostar por lo ecológico porque "cada vez es más difícil vivir de la agricultura y, buscando nuevas ideas, hice un curso de horticultura ecológica y fue a partir de ahí cuan
do comencé a dedicarme a esto". Actualmente, tiene una huerta ecológica de siete hectáreas en Amposta (Tarragona) y ofrece un servicio a domicilio de verduras y frutas ecológicas. De esta manera, la agricultura orgánica es vista por muchos agricultores como una alternativa al actual declive de este modelo. "El campo es una ruina", así calificaron la situación de la agricultura en España las organizaciones COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos), UPA (Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos) y ASAJA (Asociación Agraria Jóvenes Agricultores) en octubre de 2009 con motivo de la convocatoria de un paro general en el campo. ¿Las razones de la ruina? Un descenso en la renta agraria del 26% entre los años 2003-2008, unido a la pérdida de empleos y al incremento importante de los costes de la producción agraria y el descenso de los precios en origen. Víctor Gonzálvez, afirma que la "agricultura ecológica es una de las salidas viables a la crisis". Amigos de la Tierra sostiene que la agricultura ecológica genera más empleo y tejido social que los trangsénicos, pues mientras que en el primero se han creado 49.717 puestos de trabajo, la biotecnología agraria, genera 1.966. Además, la agricultura orgánica atrae al campo a gente joven que apuesta por las innovaciones, según la Soil Association, lo cual vendría a ser una solución para la despoblación y envejecimiento del campo.Cuando se le pregunta Joan Castellà cómo se podría impulsar la agricultura ecológica rápidamente contesta que falta que aumente el consumo. "El consumo es tan bajo porque no estamos muy informados, si supiéramos todos las ventajas [salud] de lo ecológico todos los consumiríamos". Que los productos ecológicos son más sanos, no es una opinión sólo de los agricultores para querer vender sus productos. Es compartida por ejemplo por Mª Dolores Raigón, profesora e investigadora de la Universidad Politécnica de Valencia y experta en este sector. Afirma que los productos ecológicos "son la medicina del siglo XXI"-declaraciones recogidas por la asociación Ecodes- porque tienen una alta concentración vitamínica, mineral y de antioxidantes en cantidades muy superiores a los productos convencionales.

Menos cambio climático
Si se apuesta realmente por la reducción del cambio climático es necesario el cambio de modelo de agricultura hacia el ecológico. Este es el mensaje que lanzan las organi
zaciones ecologistas, pero ¿Por qué el actual modelo de agricultura industrial (no necesariamente transgénico) fomenta el cambio climático? Porque la deforestación creciente supone por un lado la reducción de un importante sumidero de carbono y la liberación a la atmósfera de gran parte de carbono que está acumulado en los suelos en forma de materia orgánica. Así lo describen Daniel López y Mireia Llorente de Ecologistas en Acción en la publicación "La Agroecología: hacia un nuevo modelo agrario". Pero además tiene otros efectos negativos como la merma en la fertilidad de los suelos, y en la capacidad de retención de agua lo que ha hecho más necesario el uso de fertilizantes químicos. Además, muchas plagas se han hecho "imnunes" a estos fertilizantes. Por otra parte, la toxicidad de éstos, han contaminado agua, suelos y alimentos.Este modelo de agricultura industrial hay que enmarcarlo en la llamada "Revolución Verde" impulsada por la FAO y otros organismos internacionales en el período de 1960 a 1990 y que impulsaba un modelo de modernización agraria a base de maquinaria pesada, semillas híbridas, fertilizantes y pesticidas químicos. Los problemas se agravan aún más si hablamos de los transgénicos, pues ya está demostrado que la coexistencia sigue siendo imposible entre éstos y la agricultura ecológica pues se dan casos de contaminación muy costosos económicamente hablando.

Fotos: Gráfico del MARM, foto Feria Biocultura Madrid 2010 por Nylva Hiruelas, foto agricultor por Ecoalimenta y foto de avión pesticida de Kalipedia.

Para más información sobre los transgénicos ver vídeo de Greenpeace.

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